27 abril 2014

Libros de la infancia: el primero de todos

Quiero cerrar tanto tiempo los ojos que pueda volver a sentir exactamente cómo olía ese libro de 365 cuentos. Lo compré con mi papá en una inauguración de tienda que ocurrió cuando tenía 5 años y llevaba unas semanas que había aprendido a leer. Olía a nuevo, a goma de pegar, a papel blanqueado y pintura; era azul noche la portada y en el centro tenía una media luna de perfil sonriendo con su gorrito de dormir. Una luna amarilla como tantas y el libro era gordo y grande, de tapas acolchadas. Azul como enciclopedia que tanto me gustan. Era mi libro favorito, mío y solo mío, sin compartirlo con nadie lo leí sentada en mi cama por tantos minutos que se hizo de noche y tuve que ponerme mi gorro de dormir. Lo terminé rápido, no entendí todo. Me asombré con tanto color y las historias de niños malos que los castigan con comida envenenada. Tenía historias de pájaros, de juncos creciendo doblados y estanques con flores de loto, los niños tenían mejillas rosadas y siempre iban abrigados con bufandas.

Era un libro como de otro mundo, en un tiempo que yo no sabía de frío, sino sol todo el tiempo. Vivía con mi mamá de rostro jovial y con hermanas que no sabían ni hablar. Lo leí y releí tantas veces, que me aprendí muchas historias de memoria y las redibujé en cuadernos. Mi primer libro de cuentos que tantas veces me hizo feliz. Se fue recortando para las tareas del colegio, para sacar flores y animales que rellenaran las estúpidas tareas del colegio. ¡Como me aburrían las tareas! Ese infierno repetitivo que evitaba leyendo historias de muchos colores, con finales de risa y emoción. No lo he vuelto a ver en años, se perdió como tantas cosas en las mudanzas y fue deshojándose con los años. Creo que logré revivir su olor por un instante, misión cumplida.

Gracias por leer.

24 abril 2014

Es parte de mí: soy hipersexual


No he podido dejarlo...
empiezo temprano y solo durmiendo puedo olvidar
puedo descansar/no puedo descansar.
No sé si contarlo, no sé si estoy mal.
Es parte de mí: soy hipersexual.
¿Qué hacer? ¿alguien más?
Tenía 4 o 5 años... ahí empezó, incluso antes si pudiera recordar...
Ahora vivo atrapada en relaciones de mentira.
Ni amor ni amistad.
Soy hipersexual, ninfómana me dirían.
Nadie más lo sabe.
Sí, si me puedo controlar (a veces).
Puedo hasta que un roce o una palabra me despierta del letargo.
Imagino que me han descubierto en la calle.
Atraigo pervertidos, parafílicos
Sexo, soy energía sexual. Sí, me he podido controlar.
Varios años ya de esto.
Hola, soy ninfómana. Reprimida, me he sentido muy mal.
A veces me gustan todos y quiero orgasmos todo el día.
También me canso de esto... los orgasmos duelen.
El sudor ajeno me apesta. No sé si pueda parar.
También quiero amor. El sexo sin cariño me desarma.
Me complace. Pero me vacía.
Tengo miedo de los daños. Siento que me pierdo.
Tengo fuego en el útero, casi puedo quemar...
Antes: virgen angustiada. Ahora: me asusta la soledad, la falta de un cuerpo.
Masturbación y pornografía. Porno para olvidar.
Hecho en falta mis días de ignorante.
Antes de conocer el sexo con otro humano.
Antes de los besos. Antes de un nosotros.
Antes del olvido. Antes de los miedos.
Antes de todo, cuando aun ni sabía hablar...
¿Cuál es mi problema? A veces solo quiero ser feliz.