23 enero 2012

Donde me pierdo

Acá no siento presión ni ganas de escribir. No dejo de pensar que terminaré haciendo de este blog un simple diario de vida; entonces me releo todo el tiempo y no me atrevo a subir nada.
No he tenido mucho tiempo libre además. 

Hice un viaje improvisado a un lugar de este mundo que siempre me ha parecido increible. Yo creía que me inspiraría, que me quitaría el sueño con tantas cosas que podría ver,  tocar, sentir... Pero no fue así... Ni siquiera caminar por el bosque fue la experiencia que imaginaba: no sentí duendes riéndose a mi espalda, ni volaron pajaritos, no estaba tranquila con toda la gente que tarde o temprano llegaba donde yo iba. Me caí un montón de veces, me ensucié, sentí hambre, calor, sed y ganas de no estar tan perdida. Fue decepcionante haber estado en  aquel lugar soñado y sentirme fuera de lugar, cosa que siento en casi todos los lugares donde estoy.


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